lunes, 22 de noviembre de 2021

 


INTERVENCIÓN EN LA ASAMBLEA PARLAMENTARIA DE LA OTAN. 

EL IMPACTO DE LA COVID 19 EN LAS MUJERES DE LA REGIÓN MENA

Alicia Cebada Romero

20 de noviembre de 2021


El Contexto

La pandemia en todo el mundo ha exacerbado las desigualdades y ha tenido, en particular, un efecto negativo en la igualdad de género. La región MENA no es una excepción, sino todo lo contrario, lo que ha ocurrido allí constituye una demostración clara del impacto que el COVID 19 ha tenido en las mujeres[1].

La situación de partida no era óptima. Las reglas patriarcales están firmemente establecidas en la región y limitan las oportunidades de las mujeres. Hay que referirse a los códigos de familia en los que la mujer está subordinada al varón. En algunos países de la región se mantienen prácticas que constituyen auténticas violaciones de los derechos humanos, como la mutilación genital femenina o los crímenes de honor, el matrimonio infantil o forzado, o la violencia machista, incluyendo la violencia sexual.

Frente a este contexto hostil para las mujeres, éstas se han organizado y los movimientos sociales feministas se han desarrollado con fuerza. Las mujeres y sus organizaciones realizan una labor fundamental en el ámbito de la sociedad civil, cubriendo las lagunas de los Estados.

La realidad, sin embargo, es que las mujeres se están encontrando con grandes dificultades para impulsar una agenda centrada en la igualdad. Los movimientos de mujeres impulsaron procesos de democratización que luego no respondieron a las expectativas de esas mujeres.

En el Norte de África, las primaveras árabes alimentaron la expectativa de transformación de los liderazgos políticos y las mujeres desempeñaron un papel relevante en la impugnación de los regímenes autoritarios en sus respectivos países[2]. Activistas de derechos humanos, abogadas, periodistas, ciberactivistas, tomaron las calles y llamaron desde las redes sociales a la resistencia contra el despotismo. Los movimientos de mujeres en Túnez, Egipto, Libia o Yemen estuvieron en primera línea de la lucha por la democracia[3]. Lo mismo ha pasado más recientemente en Sudan.

Sin embargo, el balance de las primaveras árabes no puede ser calificado como positivo ni para la democracia, ni para los derechos de las mujeres, ni para los derechos humanos en general, así como tampoco para la paz.

Túnez era el caso más exitoso y aunque se ha avanzado en lo relativo a la igualdad entre hombres y mujeres,  las mujeres deben seguir reclamando la derogación de normas de Derecho de familia discriminatorias, como las que regulan los derechos hereditarios[4]. En todos los demás países, las expectativas y esperanzas se han visto profundamente defraudadas. En Egipto y Bahrein, se silencia y persigue a la disidencia con detenciones arbitrarias, torturas y otros crímenes. Libia, Siria y Yemen, siguen sufriendo conflictos armados muy cruentos, que han desencadenado una dramática e inédita crisis humanitaria, de dimensiones colosales, para la que la comunidad internacional no ha ofrecido respuestas adecuadas[5]. Las mujeres reclaman un lugar en las negociaciones de paz, de acuerdo con los compromisos asumidos en la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad. En Egipto, Yemen, Siria, Libia, las libertades no están garantizadas según se constata en el Índice Freedom in the World  Democracy Under Siege 2021 (Freedom House). En este momento, el único Estado afectado por la primavera árabe, considerado como un país libre es Túnez[6]. Pero, la situación actual es una incógnita, después de la decisión del Presidente Said (25 de julio) de destituir al Primer Ministro y congelar la actividad del Parlamento.

En cualquier caso, las mujeres están consiguiendo que la igualdad de género se integre en la agenda política y que se hable públicamente de este objetivo. Se ha conseguido reformar algunos códigos de familia: en Argerla, Egipto o Marruecos. Se han establecido leyes frente a la violencia machista, en Líbano o Marruecos, por ejemplo.

No obstante, los cambios impulsados por las mujeres se encuentran con una notable resistencia. En Sudán se ha declarado una guerra contras las mujeres, a raíz de las reformas que se estaban desarrollando para responder a sus demandas. En algunos países las primaveras árabes se han visto seguidas de auténticas contrarrevoluciones en cuyo contexto las activistas de derechos humanos arriesgan literalmente su vida defendiendo la causa de la igualdad.

 

Impacto de la pandemia

El impacto de la pandemia sobre las mujeres se ha visto reflejado en pérdidas de puestos de trabajo y de ingresos, en un incremento de la carga de los trabajos relativos a los cuidados, en un recrudecimiento de la violencia de género, en la vulnerabilidad concentrada en trabajos donde hay una presencia predominante de mujeres: sanitarios, educación, industria alimentaria, servicio doméstico. La interseccionalidad ha multiplicado el efecto negativo en el caso de mujeres especialmente vulnerables, como las inmigrantes o refugiadas.

Una característica de la región MENA es el bajo nivel de ocupación femenina en la fuerza de trabajo. Según datos del FMI y del Banco Mundial[7] la media regional es del 27%, cuando representan más del 50% de la población. Las tasas de desempleo también son especialmente altas en el caso de las mujeres. Y los salarios son muy bajos. Las mujeres trabajan más en el sector público que en el privado.

¿Cuáles son los factores que dificultan la incorporación de la mujer al mercado de trabajo? Según el Arab Barometer: La falta de apoyo para el cuidado de los hijos y la falta de transportes. 67% de mujeres en Libia y el 81% en Jordania, consideraron que la falta de servicios para el cuidado de los hijos constituía una barrera a su incorporación al mercado de trabajo. El 44% de mujeres en Líbano, o el 78% de mujeres en Túnez se refirieron a la falta de servicios aprobados de transporte.

Hay problemas comunes en la región. Sólo en 5 países: Iran, Marruecos, Argelia, Túnez y Jordania la baja maternal está cubierta por la seguridad social. En el resto, corre a cargo de los empresarios. La mujer está más protegida si trabaja en el sector público, porque en el sector privado sólo se garantiza parte del salario.

Como consecuencia de la pandemia, el PIB se ha contraído.

También en esta región se ha documentado un incremento de la violencia de género: hay informes referidos a Marruecos y a Túnez. [8] Los confinamientos han forzado a las mujeres a convivir con sus maltratadores. Al menos un cuarto de las mujeres en todos los países reporta un incremento de la violencia de género durante la pandemia.[9]

Las tasas de desempleo han subido, afectando en particular a las mujeres. En noviembre de 2020, la tasa de desempleo en Marruecos era del 30% pero subía al 50% en el caso de las mujeres. En Túnez eran el 22% y el 41%, respectivamente. Según la OIT, el empleo femenino cayó un 4.1% en los países árabes de la región, frente al masculino que cayó un 1.8%.[10] En general, se puede decir que el COVID 18 ha exacerbado los problemas de las mujeres para entrar en el mercado de trabajo y para conservar sus empleos.

Los cierres de las escuelas también han tenido un impacto mayor en las mujeres que han asumido más carga de cuidados, hasta el punto de que muchas se han visto empujadas a tomar la decisión de dejar de trabajar. Según el barómetro árabe, en cinco de los siete países, al menos la mitad de hombres y mujeres están de acuerdo o muy de acuerdo con que el cuidado del hogar y de los niños es una responsabilidad de las mujeres. En Libia y en Líbano una de cada 3 mujeres está de acuerdo con esta declaración.

El covid ha afectado a los trabajadores sanitarios, con una mayoría abrumadora de mujeres. En Egipto el 91% de las enfermeras lo son. En Líbano ocupan el 80% de los puestos de enfermería.

Soluciones

Es fundamental, abordar la situación post-covid y el impacto negativo de la catástrofe con recetas que tengan como objetivo la promoción de la igualdad, incluyendo la igualdad entre hombres y mujeres.

Se puede fomentar la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, gestionando las barreras: falta de infraestructura de cuidados y de transporte. Aquí se pueden poner en marcha políticas públicas.

Reducir la vulnerabilidad económica, habría que tratar de promover salarios mínimos.

La voluntad política para buscar y poner en marcha soluciones es clave. La resistencia de las estructuras patriarcales en la región es enorme. Trabajar con las organizaciones de mujeres y empoderarlas es esencial.



[1] ROCHE MaryClare. “Bearing the Brunt: COVID’s impact on MENA women at home and at work”, disponible en: https://www.arabbarometer.org/2021/07/bearing-the-brunt-covids-impact-on-mena-women-at-home-and-at-work/

[2] Para el caso de Yemen: Ewa K. Strzelecka, Mujeres en la Primavera Árabe: construcción de una cultura política de resistencia feminista en Yemen, Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2017.

[3] Randa Achmawi, “El Papel de la Mujer en la Primavera Árabe”, Quaderns de la Mediterranía, 16, 2011, pp. 273-281. Disponible en: http://www.iemed.org/observatori/arees-danalisi/arxius-adjunts/qm-16-es/achmawi_papel%20mujeres%20primavera%20arab_qm16.pdf

[4] También se reclama que Túnez se adhiera al Protocolo de Maputo sobre los Derechos de las Mujeres Africanas. Human Rights Watch, “Tunisia: A Step Forward for Women’s Rights”, 12 November 2015, https://www.hrw.org/news/2015/11/12/tunisia-step-forward-womens-rights

[5] Se puede consultar un balance de la primavera árabe en: Amnistía Internacional, “La Primavera Árabe, Cinco Años Después”, 2017: https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2016/01/arab-spring-five-years-on/

[7] MOGHADAM, Valentine M. “COVID-19 and Female Labor in the MENA Region”, disponible en: https://www.mei.edu/publications/covid-19-and-female-labor-mena-region

[8] See Yahia Hatim, “NGOs Condemn Surge of Violence Against Women in Morocco,” Morocco World News, June 19, 2020, https://www.moroccoworldnews.com/2020/06/306342/incidents-of-violence-against-women-in-morocco-prompt-reaction-from-ngos; and “Tunisia Lockdown Briings More Domestic Violence,” Asharq Al-Awsat, March 30, 2020, https://english.aawsat.com/home/article/2206776/tunisia-lockdown-brings-rise-domestic-violence.

[9] Survey 1 of Arab Barometer Wave VI.

 

[10] ILO Policy Brief, 2021: https://www.ilo.org/gender/Informationresources/Publications/WCMS_814499/lang--en/index.htm

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